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Consejos para disfrutar los quesos

Cata

1. Para poder apreciar correctamente las tonalidades del color de un queso en el proceso de la cata, es preferible contar con un plato o superficie blanca y utilizar iluminación diurna, o en su defecto, luces parejas.

2. Catar un queso es una experiencia puramente sensorial, por eso deben evitarse los lugares donde haya olores fuertes o donde se haya fumado y por sobre todo nunca debe realizarse la cata con hambre o sensación de saciedad.

3. Un buen consejo para llevar adelante la cata de quesos, es no tener en el paladar gustos de alimentos o bebidas consumidos con anterioridad, especialmente café o cigarrillos.

Maridaje

1. Uno intuye que los quesos y los vinos tintos son compañeros naturales, pero, los vinos blancos en general armonizan mejor con el queso que los tintos. Los rosados y espumantes, entonan muy bien con los de pasta blanda y los vinos fuertes, con carácter combinan con quesos intensos y aromáticos.

2. Los quesos pueden maridarse con vinos por complementación, buscando intensificar el sabor de ambos productos, como un Syrah suave y equilibrado con un Camembert.

3. El maridaje de quesos y vinos puede realizarse por contraste, buscando resaltar las diferentes intensidades de ambos productos. Un buen ejemplo es contrastar un vino de cosecha tardía, de carácter dulce con el aroma fuerte y el sabor picante y salado de un Blue Cheese.

Corte

1. Las paletas escandinavas son útiles para cortar fetas y también partes secas o descoloridas, mientras que las famosas cucharas especiales para hacer bolitas de quesos, le dan un aspecto simpático a las presentaciones, ideales para presentar un Blue Cheese.

2. Los cuchillos con filo y dos puntas en su extremo, pueden ser útiles para cortar, pinchar y ofrecer el queso.

3. Los quesos de pasta dura quedan muy bien presentados al ser desgranados con cuchillos desgranadores.

4. Para cortar las hormas, existen cuchillos de doble mango que facilitan la tarea, principalmente en los quesos semiduros y duros.

Tabla

1. Para calcular correctamente las cantidades en una tabla compuesta exclusivamente por quesos se estiman entre 80g y 100g por persona. Pero si se desean combinar quesos y fiambres, se calcula entre 50g y 80g de queso por persona.

2. Cuando elegimos los quesos para una tabla, debemos buscar variedad de sabor, textura y apariencia, un queso suave y blando, uno azul, un queso de pasta semidura de sabor más intenso y un queso de pasta dura. También podemos agregar un queso untable, los saborizados quedan muy bien.

3. Cuando armamos una picada, lo ideal es que cada queso tenga su tabla o plato. Si usamos una sola tabla grande los quesos más suaves deben colocarse en el borde y los más fuertes en el centro dejando espacios suficientes para que los sabores no se mezclen.

Conservación

1. Para conservar correctamente los quesos, llévelos a la heladera bien envueltos en papel parafinado y dentro de un recipiente de plástico, esto evitará que el queso absorba sabores y aromas del ambiente, y pierda humedad y sabor al entrar en contacto con el aire.

2. Al guardar los quesos, coloque los quesos azules y los de cabra en un recipiente separado del resto para evitar la contaminación cruzada por moho y olores.

3. Los quesos semiduros, duros y azules, que ya han madurado y son bien resistentes, pueden conservarse durante días, e incluso semanas, si se envuelven con cuidado.

Presentación

1. Siempre se deben servir los quesos blandos a una temperatura de 15ºC. Los quesos duros y semiduros, deben servirse a una temperatura de 20/25ºC. Esto ayudará a que los cortes sean limpios y fáciles de manipular.

2. Al retirar los quesos de la heladera, mientras esperamos que tomen la temperatura adecuada, no retirar el envoltorio ya que evitarán que se resequen.

3. Para consumir un Blue Cheese, retiralo de la heladera como máximo 2 horas antes de servir.

4. Para evitar que los aromas y sabores de los quesos se mezclen, lo ideal es servir los quesos en tablas o bandejas diferentes según el tipo. Pero de presentar una tabla con muchos quesos, separar aquellos de aromas y sabores suaves de los más fuertes.